Milei no repunta ni en las redes pero al menos logró instalar el "mandriles"

También en las redes sociales la imagen de la gestión de Javier Milei viene en caída con una tendencia negativa que se estabiliza. Aunque la salida del cepo lo ayudó, no le alcanzó para remontar la baja que caracterizó este 2025. Por lo menos, el Presidente puede jactarse de haber instalado el calificativo "mandriles" para señalar a sus detractores.

08 de mayo, 2025 | 00.05

Desde principios de año, la imagen de la gestión de Javier Milei viene en caída y ni siquiera la salida del cepo logró recuperarla en el diálogo en las redes, según surge de un nuevo sondeo. Hay una tendencia mayoritariamente negativa que se estabilizó y alcanzó en abril el 49% de las conversaciones en redes contra el 39% de positividad. El comunicado por la muerte del papa Francisco no sólo no mejoró el ánimo general respecto al Ejecutivo sino que lo empeoró. El dato a tener en cuenta es que, justamente, las redes son el ámbito por excelencia en el que se expandió La Libertad Avanza. Al menos, al Presidente le queda el consuelo de haber instalado el calificativo "mandriles" para quienes rechazan sus políticas.

Los datos surgen de un trabajo de la consultora Ad Hoc, que se dedica al análisis de la comunicación digital. "Menor volumen de conversación y más negatividad son los indicadores que caracterizan esta etapa de la imagen digital del Presidente", resumió el trabajo lo sucedido en el ámbito digital durante abril. Al igual que los sondeos cualitativos convencionales, la tendencia negativa en las redes sociales se acentuó desde inicios de año y se estabilizó en este último mes. Las conversaciones negativas pasaron del 53% de marzo al 49%, las positivas quedaron fijas en un 39%. Un diferencial negativo consolidado.

"La salida del cepo fue un oasis de positividad en la imagen digital", analizó la consultora Ad Hoc. Sin embargo, el fallecimiento del papa Francisco dominó la agenda del mes y el recuerdo de aquellos insultos de campaña de Milei terminó proyectando una mayor negatividad hacia el Presidente. El Papa, Karina Milei, Donald Trump y el FMI fueron los cuatro temas principales de la agenda digital política, todos con una tendencia mayoritaria negativa. "La conversación económica no pudo compensar la negatividad de otras conversaciones. Los cuatro días posteriores a la salida del cepo fueron los únicos días del mes en los que la conversación positiva sobre Milei fue mayor a la negativa", señalaron.

Pero aún en la conversación digital sobre economía el Gobierno no pudo instalar los temas favorables. El de mayor volumen fue el del acuerdo con el FMI -que incluyó el insólito involucramiento de su directora Kristalina Georgieva en la política local-, con un 66% de conversaciones negativas contra un 31% de positivas. El organismo financiero internacional tiene una muy mala imagen entre los argentinos. El segundo tema en volumen fue la pobreza, que pocos creen que esté bajando tal como lo muestran las estadísticas oficiales. "Pobreza", señaló el estudio, fue el quinto término más usado para hablar mal de Milei durante abril.

Pero al Presidente y sus seguidores le quedó al menos el dudoso logro de haber instalado el término "mandriles" para descalificar a aquellos que se oponen a sus políticas. "Los resultados de las batalla cultural de las comunidades digitales libertarias se observan cada vez más. El uso de los términos 'mandril' y 'mandriles' se instala en la conversación argentina como una etiqueta amplia dirigida a todos los que levante la voz en oposición al gobierno. Desde el arco opositor no logran instalar términos que le puedan competir", señalaron en el trabajo. El "Che Milei" con el que Cristina Kirchner encabeza sus mensajes al Presidente sólo ganan circulación durante los días de emisión y luego decaen. 

De ahí el estudio concluye que si Milei insulta a cualquiera que se le ponga delante es porque las redes lo premian y sostienen esa conversación en el tiempo. Si se compara con otras conversaciones que surgieron con fuerza en los últimos meses como la educación pública, los salarios o la ludopatía, ninguno consiguió mantenerse con la misma fuerza que los insultos a los mandriles y sus derivaciones. Difícil entonces que el Presidente abandone la costumbre de propagar agravios si eso le sirve para mantener, aunque sea de a ratos, el liderazgo en la conversación digital, un ámbito fundamental para el oficialismo.