Después de más de 18 años de misterio, encubrimiento y errores judiciales, la causa por el asesinato de Nora Dalmasso dio un giro crucial: un ADN encontrado en el cuerpo de la víctima y en la escena del crimen coincide con el perfil de Roberto Bárzola, un parquetista que trabajó en su casa poco antes del homicidio.
A partir de las nuevas pericias genéticas ordenadas en 2023 y analizadas con tecnología avanzada en Córdoba y en Estados Unidos, la Justicia logró lo que parecía imposible: identificar a una persona concreta con rastros biológicos clave en el caso. Si bien la causa está prescripta, la investigación no se detiene y ahora busca una “verdad histórica” para responder la gran pregunta: ¿quién mató a Nora Dalmasso?
Un crimen sin justicia durante casi dos décadas
Nora Dalmasso fue asesinada el 25 de noviembre de 2006 en su casa del country Villa Golf, en Río Cuarto, Córdoba. Fue estrangulada con el cinturón de su bata, y en su cuerpo se detectaron rastros de abuso sexual. Desde el principio, la investigación fue marcada por errores y sospechas cruzadas:
- La escena fue alterada por al menos 23 personas, lo que contaminó evidencias.
- Se acusó falsamente a Gastón Zárate, un albañil apodado luego "el perejil".
- Se investigó y enjuició al viudo Marcelo Macarrón, quien fue finalmente absuelto.
- Incluso se apuntó contra Facundo Macarrón, el hijo de la víctima, en una causa que duró siete años.
- La desconfianza pública creció, y la falta de resultados convirtió al caso en uno de los más emblemáticos de la justicia argentina.
Por qué recién en 2024 apareció el ADN revelador
El cambio llegó con la designación del fiscal Pablo Jávega en 2023. Bajo su dirección, la investigación cambió de enfoque:
- Se descartó la hipótesis del crimen por encargo.
- Se reforzó la línea del crimen de género y posible abuso sexual.
- Se ordenaron nuevas pericias genéticas con tecnología moderna, algo que no se había hecho en profundidad en 2006 ni en 2007.
Con apoyo del CEPROCOR (Centro Científico y Tecnológico de Córdoba) y del National Center for Forensic Science de Florida (EE.UU.), se analizaron más de 40 muestras de ADN de personas que trabajaron en la casa de Dalmasso antes y después del crimen. Entre ellos, Bárzola volvió a figurar como sospechoso, tal como lo habían señalado años atrás la madre de la víctima y los abogados de la familia.
MÁS INFO
La coincidencia genética en vello púbico recolectado de la zona inguinal de Dalmasso y en restos encontrados en el cinturón de la bata con el que fue asfixiada sitúan de forma directa a Bárzola en la escena del crimen. No es un indicio, sino una prueba científica sólida, y refuerza la teoría de una violación seguida de homicidio.
Qué pasará ahora con Bárzola y con la causa
Si bien el crimen prescribió —lo que impide una imputación penal clásica—, la Justicia cordobesa notificó Bárzola de los resultados y le comunicó que será imputado por los delitos de “abuso sexual y homicidio”. Según fuentes judiciales, se busca una vía legal para llevar a Bárzola a juicio, y la única posibilidad sería que aparezcan antecedentes penales graves o nuevos delitos que permitan reabrir la causa.
Hoy, Bárzola tiene 44 años y ya declaró seis veces en la causa y en el juicio contra Macarrón, pero nunca fue detenido. Incluso en 2007, los abogados de la familia habían pedido su ADN, pero el fiscal de entonces se negó a incluirlo entre los sospechosos.
Para los investigadores actuales y para la familia de Nora, el hallazgo del ADN no cierra la herida, pero abre una posibilidad de reparación simbólica. “Pese a la prescripción, queremos llegar a la verdad y darle a la familia la respuesta que necesitan hace tantos años”, aseguraron fuentes judiciales a El Destape.