SBLA Beauty, la empresa cosmética de Estados Unidos que tomó vuelo tras su fundación en 2018, enfrenta un duro panorama. Con un historial de ventas millonarias, la compañía ahora se encuentra al borde de la quiebra en un contexto de crisis económica.
La compañía se amparó bajo el capítulo 11 de la ley de bancarrota en un tribunal del Distrito Sur de Florida. Este movimiento busca reorganizar su modelo de negocio debido a serias complicaciones logísticas y de distribución que comenzaron a afectar su operativa.
Los documentos judiciales revelaron que la situación es crítica: la firma enfrenta pasivos que oscilan entre USD 1 millón y USD 10 millones. Mientras tanto, sus activos apenas llegaron a la barrera del millón de dólares. Este desajuste financiero no solo impactó a la empresa, sino que también generó ansiedad entre sus clientes, quienes notaron demoras en la entrega de productos.
A pesar de estos contratiempos, la tienda online de SBLA Beauty sigue activa, permitiendo que los clientes continúen comprando los productos de la marca. Sin embargo, las quejas se multiplicaron en relación con la lentitud en los envíos, lo que perjudicó la experiencia de compra de muchos usuarios. La incertidumbre se ciñó sobre el futuro de la marca, que, aunque lucha por recuperarse, enfrenta retos imposibles de ignorar.
Una histórica automotriz de lujo quebró
El mundo de los autos deportivos sufrió una dura noticia al conocerse la quiebra de la automotriz alemana Isdera. Se trata de una empresa reconocida por sus modelos de lujo y por una producción artesanal. La firma presentó su solicitud de insolvencia ante el Tribunal de Distrito de Saarbrücken y tras cuatro décadas y un centenar de autos fabricados, cerró sus puertas y se despidió del mercado.
La empresa Isdera se destacó desde sus inicios por la fabricación de autos deportivos hechos a mano, sin publicidad ni intermediarios, con modelos que arrancaban desde los 400 mil euros. Cada unidad era fabricada a pedido.
Fue fundada en 1982 por el ingeniero Eberhard Schulz, ex Mercedes-Benz y Porsche, y tuvo su modelo más emblemático en 1993: El Commendatore 112i, nombrado en homenaje a Enzo Ferrari.
Pese a su éxito inicial y a un intento de reinversión, no logró adaptarse a los nuevos tiempos donde la estandarización gobierna el mercado global. Tras el cierre de la empresa, los expertos adelantan que habrá una revalorización de los pocos modelos que hay en circulación.