El hotel de Buenos Aires que supo ser la “maravilla del siglo”, pero que hoy está en ruinas

A pocos kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, pueden recorrerse con una visita guiada los restos de este lujoso edificio que fue símbolo de lujo y glamour, aunque también de tragedia.

14 de mayo, 2025 | 19.32

La provincia de Buenos Aires es uno de los territorios más ricos en cuanto a historias y curiosidades. Muchos espacios y paisajes ocultan los relatos más inesperados, pese a que millones de personas los recorren diariamente.

Así es el caso de esta construcción, que supo ser el hotel más lujoso de Sudamérica, aunque actualmente se trata de un espacio en el que solo yacen ruinas. Todos los detalles al respecto, en esta nota. 

El hotel de Buenos Aires que supo ser la “maravilla del siglo”

A pocos kilómetros del pueblo de Sierra de la Ventana, al sur del territorio bonaerense, descansan las ruinas del mítico Club Hotel de la Ventana, que funcionaba a fines de siglo XX. “La maravilla del siglo”, supo decir el expresidente Julio Argentino Roca, durante su inauguración, en 1911. 

La historia de este mítico lugar comenzó con un proyecto médico: el doctor Félix Muñóz soñaba con construir un centro de salud para enfermedades respiratorias, aprovechando el clima seco de la región. El terreno fue cedido por su amigo Manuel Láinez, pero la idea cambió de rumbo cuando se sumó al plan Ernesto Tornquist, un empresario ligado al desarrollo turístico. 

Este es el Club Hotel de la Ventana.

Con apoyo de la Compañía Británica de Ferrocarriles del Sud, se decidió apostar por un hotel de alta gama con casino. En 1903 se inauguró la estación Sauce Grande y en 1904 empezó la construcción del Club Hotel.

El edificio, diseñado por los arquitectos europeos Gastón Mallet y Jacques Dunant, era descomunal: más de 6.400 metros cuadrados cubiertos, 126 habitaciones, departamentos privados, solárium, restaurante, capilla, cine, biblioteca, peluquería, farmacia y hasta calefacción central. Tenía su propia fábrica de hielo, carnicería, granja y huerta.

Entre sus ofertas más interesantes, se podía jugar al golf, críquet, polo, hacer cabalgatas, caminatas y disfrutar de una pileta con playa artificial. Para llegar desde la estación, había carruajes o un pequeño tren a vapor.

Precisamente, el 11 de noviembre de 1911, cerca de mil invitados celebraron la inauguración de este increíble espacio: langosta, caviar, champagne y todos los apellidos ilustres de la Argentina dijeron presente. Además, el lujo era total: mármoles de Carrara, vajilla de plata, alfombras persas y muebles traídos de la India. El personal era de unos 250 empleados en total.

Pero el esplendor duró poco. Tras el inicio de la Primera Guerra Mundial, el turismo europeo cayó abruptamente. En 1917, el gobierno de Hipólito Yrigoyen prohibió el juego en todo el país, y el casino ―la principal fuente de ingresos del lugar― cerró. El hotel se volvió insostenible y fue vendido en 1920.

Décadas más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial, el lugar tuvo una segunda vida inesperada: fue sede de detención para los marinos del acorazado alemán Graf Spee. Lejos de ser prisioneros comunes, mantuvieron el edificio en perfecto estado, refaccionaron sus instalaciones y convivieron en libertad hasta 1942.

Luego vendrían los años de abandono, el uso por parte de los salesianos, de estudiantes universitarios y del ejército durante la dictadura. En 1983, un incendio misterioso destruyó gran parte del edificio. Nunca se investigó a fondo. A partir de ahí, comenzaron el saqueo y el deterioro final. En 1995, la provincia de Buenos Aires recuperó el predio, y en 1999 fue declarado Monumento Histórico.

Hoy, el Club Hotel de la Ventana es un lugar atrapado en el tiempo. Las visitas guiadas permiten conocer su increíble historia, caminar entre ruinas que alguna vez fueron símbolo del lujo más desmedido, y revivir el esplendor que dejó una huella imborrable en la región. Durante las vacaciones de invierno, los recorridos se hacen todos los días.