Una innovadora obra ferroviaria se propone conectar Buenos Aires con San Pablo, Brasil, en una hora. A partir del diseño de un tren basado en la tecnología de Levitación Magnética a escala de ultra-alta velocidad (UHV), la cual opera sobre dos principios electromagnéticos sustanciales para eliminar la fricción de rodamiento: la propulsión y la sustentación. Esta tecnología eleva su estructura a unos pocos centímetros sobre el riel.
Con una velocidad de 1000 kilómetros por hora, permitiría reducir la distancias entre ambos puntos, la cual es de dos a tres horas por vía aérea o de hasta un poco más de un día por vía terrestre. El tren se convertiría en un medio disruptivo para los negocios, el turismo y la logística en el Cono sur.
En caso de concretarse, el tren superaría la velocidad promedio de los aviones comerciales (860 kilómetros por hora), según datos de la academia de formación de pilotos y profesionales de la aviación, Aviación Mundial ATO y permitiría reducir notablemente los tiempos de viaje.
Un tren que conectaría Buenos Aires con San Pablo
La idea, conocida como T-Flight, pertenece a la Corporación de Ciencia e Industria Aeroespacial de China (CASIC, por sus siglas en inglés ). El tren se vale de la combinación de dos tecnologías: la levitación magnética y el desplazamiento en túneles de baja presión o vacío parcial. Este proyecto representa una “frontera de la ingeniería de transporte”, pasando del dominio de los trenes de alta velocidad al de los sistemas hipersónicos controlados.
Además de ser un desafío técnico, se trata de una ambiciosa propuesta de ingeniería civil y un salto paradigmático para el transporte terrestre. Sin embargo, el desarrollo de sistemas UHV presenta algunos obstáculos. Alcanzar los 1000 kilómetros por hora en un entorno atmosférico implica desafíos de física de fluidos críticos.
Los obstáculos para la construcción
El principal obstáculo a esa velocidad es la resistencia aerodinámica o drag, que aumenta con el cuadrado de celeridad. A esto se suma el uso de un túnel con presión atmosférica reducida disminuye la resistencia del aire, lo que facilita mantener velocidades extremas con menor consumo energético.
Para construir un tren de ultra-alta velocidad Maglev UHV requiere una inversión monumental, ya que el principal costo es la realización de la vía única de levitación (o el sistema de tubos de baja presión) a lo largo de miles de kilómetros. También se suman los desafíos de garantizar sistemas de control de seguridad, evacuación y mantenimiento en caso de incidentes, y la construcción de estaciones y accesos adecuado.
MÁS INFO
¿Cómo funciona el tren Maglev de ultra-alta velocidad?
- Levitación magnética: el tren “flota” sobre la vía por la repulsión entre imanes colocados en el raíl y en el vehículo. Una vez que supera los 150 kilómetros por hora el contacto físico desaparece por completo, eliminando la fricción mecánica y permitiendo acelerar mucho más.
- Túneles de baja presión: como circularíua dentro de un tubo con presión atmosférica reducida, la resistencia del aire disminuye notablemente, facilitando alcanzar velocidades extremas con menor consumo energético.
