El legado de Osvaldo Bayer sigue más vigente que nunca, incluso frente a la orden del Gobierno de Javier Milei de atentar contra su memoria al demoler su monumento en el ingreso a Río Gallegos, al costado de la Ruta Nacional N° 3. La decisión desató un fuerte repudio de instituciones, referentes de distintos ámbitos y la propia familia del periodista e historiador. En diálogo con El Destape, Ana Bayer, una de sus hijas, reveló que nadie se comunicó con ellos y que la demolición se hizo sin permiso, aunque dejó en claro que el accionar "les salió muy mal". Además, contó que la familia trabaja en la reconstrucción de textos inéditos de Osvaldo y adelantó a este portal, que realizarán la donación de su archivo histórico, ubicado en su casa del barrio porteño de Belgrano.
"No nos avisaron nada, lo hicieron sin permiso", confirmó Ana, con la indignación intacta a pesar del paso de los días. Se enteró por un video que le compartieron personas de su entorno más íntimo y el hecho de que la demolición haya sido ordenada por el Estado, le generó una tristeza profunda. "Cuando viene de los de arriba... En Santa Cruz no le perdonaron a Osvaldo lo que ha escrito. Siguen vigentes los estancieros, la gente que tiene el poder, ¿no?", señaló. Aunque el episodio generó un repudio generalizado, la familia no se quedó solo en la denuncia: según adelantaron a este medio, avanza con la donación del archivo histórico de Osvaldo Bayer y con la reconstrucción de textos inéditos. “Ver que a tu papá le están dando con una topadora... Es como la motosierra -en referencia a Javier Milei-, es el mismo símbolo. Fue un gran dolor para la familia”, se lamentó.
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En medio de un clima de hostilidad hacia la memoria y los derechos humanos, el gesto cobró un nuevo significado: “Les salió muy mal”, advirtió Ana, convencida de que la obra de su padre sigue más viva que nunca. La familia denunció, al igual que el artista plástico, que la obra se vuelva a poner en pie. Además, continúan trabajando para preservar su archivo histórico que sigue "tal cual" en su casa del barrio de Belgrano en formato papel. "Mi papá jamás usó el celular, no lo conoció", manifestó. Su próxima visita a Argentina -actualmente vive en Italia- será para realizar un inventario y ordenar todos los documentos, teniendo en cuenta que hay muchos escritos en alemán tras su exilio entre 1974 y 1983.
Una vez terminado ese trabajo, van a donar su archivo histórico para mantener viva su memoria a pesar de los ataques de la gestión mileísta. "Somos cuatro hermanos y nos tenemos que poner de acuerdo", sostuvo la creadora del documental Mi viejo rebelde en homenaje a su padre, quien también expuso que están reconstruyendo textos inéditos de Bayer donde a través de la lectura, quedará marcado como "uno de los intelectuales reconocidos por una parte del pueblo argentino que cree en su ideología".
Qué diría Osvaldo Bayer de la demolición de su monumento si estuviese vivo
Ana destacó lo importante que fue la reacción de la gente para reivindicar su legado. El respeto de su hija es tal que, en varias oportunidades, no se refirió a él como "mi papá", sino por su nombre: Osvaldo. "Fue en un momento donde estaba medio callado, en silencio y ahora, volvió a resurgir. Y por supuesto que es una alegría para nosotros. Volver a hablar de él es una gran alegría", subrayó.
En ese contexto, la mujer se imaginó a su padre sentado en el patio de su casa, con un vaso de whisky en la mano y riéndose por lo que hicieron con su monumento. "Estaría diciendo que son unos bestias, mirando para arriba y pensando en su próxima contratapa. Ese era su modo de trabajo. Nunca contestaba inmediatamente, él dejaba pasar el tiempo y al mes escribía una contratapa dándole con todo a todos muy bien documentado", expresó.
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La importancia del mensaje de Osvaldo Bayer en la actualidad
"Su mensaje es más necesario que nunca", aseguró Ana, convencida de que el trabajo de Osvaldo "va a seguir impactando en la sociedad argentina" a pesar del tiempo. La reivindicación de los obreros, los trabajadores y trabajadoras, los que no tienen voz y los sectores más vulnerables. A todos ellos mencionó la hija del periodista e historiador para rápidamente hacer una comparación con la actualidad del gobierno de Javier Milei en Argentina. "Está cada vez peor el país y la gente que no tiene voz, la de la calle, por ejemplo ¿qué hace? ¿En quién se apoya?", se preguntó.
En este sentido resaltó que en las últimas contratapas, Osvaldo escribía con un aspecto muy universal porque, como vivió un tiempo en Alemania, leía mucho las noticias de allá y traía esa pizca de universalidad al territorio argentino. "Eso lo hacía único", destacó Ana. "Y creo que hacen falta intelectuales. Va todo muy fácil ahora. Pensar que con 'La Patagonia Rebelde', estuvo ocho años para investigar. Esa es la diferencia del trabajo de documentarse, por eso tuvo muchos procesos, que los ganó a todos", consideró.
En última instancia, remarcó que la reivindicación del legado de su padre fue tan grande que "uno casi se olvida de lo que pasó", refiriéndose a la destrucción del monumento en Río Gallegos el pasado 26 de marzo. "Sufrió mucho, pero al final después en vida, lo reconocieron. Ahora ya no está más, pero sigue su obra. Su ejemplo de coherencia y generosidad, su ética. Es un ejemplo a seguir de buena persona, se necesita mucho de personas como él", sentenció con una indescriptible admiración en sus ojos.
Bayer no solo dejó una obra, dejó una forma de mirar el mundo. Y en tiempos inciertos, esa mirada volvió a ser un refugio.