Un informe reveló que casi 26 millones de argentinos presentan sobrepeso u obesidad y la baja calidad y variedad alimentaria persiste en los sectores más vulnerables. Estos datos se desprenden de un informe presentado en XXIII Congreso Argentino de Nutrición que comenzó este miércoles.
El encuentro, que se desarrollará hasta el viernes 5, presentó en su primer día los resultados del análisis que fue coordinado por Sergio Britos, profesor adjunto de la Universidad Católica Argentina (UCA). Este informe señala que la crisis del acceso a dietas saludables se extiende hace años, con consecuencias visibles en la salud de la población.
La situación impacta sobre todo en la infancia y los sectores con menos recursos de la Argentina. En este sentido, los expertos señalaron que el sistema alimentario argentino "produce un exceso de calorías pero con déficit de nutrientes esenciales". Britos, por su lado, sostuvo que “la evidencia está disponible. La urgencia, también. Lo que falta es voluntad política para encarar un cambio estructural”.
Para los autores, estos cambios estructurales en las políticas públicas deben incluir la reducción de "los costos de los alimentos más nutritivos, mejorar la educación alimentaria y garantizar que las guías nutricionales se traduzcan en acciones concretas".
¿Por qué hay obesidad en Argentina?
La disponibilidad de alimentos supera las 3300 calorías y 120 gramos de proteínas por persona, pero se concentra en granos, aceites y carnes, mientras que la producción de frutas, verduras, lácteos y legumbres resulta insuficiente. Esta brecha, sumada a los costos más altos de los alimentos saludables, agrava la situación nutricional.
“En las últimas décadas, se consolidó un patrón alimentario que combina exceso de calorías con déficit de nutrientes esenciales y de alimentos clave en la dieta. La mayoría de los argentinos realiza una dieta muy desequilibrada que conduce a múltiples deficiencias y enfermedades crónicas”, explicó Britos.
El informe también alertó que la inseguridad alimentaria alcanzó en 2024 al 35,5% de los niños y adolescentes, esto significa que más de uno de cada tres chicos no accede de manera sostenida a los alimentos que necesita y, en muchos casos, lo poco que llega a su mesa carece de calidad nutricional.
Por lo tanto, los niños presentan déficits marcados de hierro, vitamina D, calcio, zinc y ácidos grasos esenciales, mientras que en los adolescentes persisten bajas ingestas de vegetales, frutas y lácteos, junto a elevados consumos de harinas refinadas y productos panificados.
Los especialistas remarcaron que el problema no es la falta de alimentos, sino los incentivos que determinan qué se produce y a qué precios se distribuye. Además, el documento cuestionó la actual Canasta Básica de Alimentos por no reflejar una dieta saludable y señala limitaciones en los programas alimentarios vigentes, como el Plan AlimentAr y los comedores escolares.
Los números oficiales
De acuerdo a la última y segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (que comprende datos del 2018 y 2019), el 41% de los chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años tienen sobrepeso y obesidad en Argentina en una proporción de 20,7% y 20,4% respectivamente. Mientras que 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso.
Según el Ministerio de Salud, tener un exceso de peso aumenta el riesgo de "tener más de 200 problemas de salud, como por ejemplo: diabetes, hipertensión arterial (presión alta), enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de los riñones, del hígado y algunos tipos de cáncer". Como se trata de un problema de salud crónica, no se soluciona rápidamente ni aparece de un día para el otro.
¿Cómo prevenir y controlar la obesidad?
La alimentación saludable y la actividad física son medidas efectivas para prevenir y controlar la obesidad. Algunas de las recomendaciones a sumar son las siguientes:
- Realizar 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y de pescado.
- Elegir leche, yogur y queso preferentemente descremados.
- Disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados con mucha azúcar, grasa y/o sal como las golosinas, productos de copetín, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. Se los puede dejar para ocasiones especiales.
- Preferir alimentos preparados en casa sin agregado de sal al cocinar. Reemplazar la sal por condimentos como orégano, pimienta, ajo, perejil, romero, tomillo.
- El alcohol aporta calorías y no aporta nutrientes, por lo que hay que limitar su consumo.
- Realizar al menos 150 minutos de actividad física a la semana a intensidad moderada, sumando como mínimo bloques de 10 minutos. Agregar dos sesiones semanales de ejercicios de fortalecimiento muscular.