El Gobierno neerlandés se hizo con el control del fabricante de chips informáticos Nexperia, de propiedad china, aumentando así las tensiones con Pekín en un momento en que se recrudece la lucha mundial por la propiedad intelectual tecnológica, sobre todo en torno a los semiconductores.
El Ejecutivo comunicó a última hora del domingo la intervención de Nexperia, con sede en Nimega, que fabrica chips para automóviles y electrónica de consumo. Citó la preocupación por la posible transferencia de tecnología a la empresa matriz china de Nexperia, Wingtech.
Ámsterdam invocó poderes nunca antes utilizados en virtud de la "Ley de disponibilidad de bienes". La decisión provocó el lunes una caída del 10% de las acciones de Wingtech en Shanghái.
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El Gobierno neerlandés no se hará con la propiedad de Nexperia, pero ahora tendrá la potestad de revocar o bloquear las decisiones de gestión que considere perjudiciales. La producción regular de la empresa continúa.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está aumentando la presión sobre las empresas tecnológicas chinas en el marco de una guerra comercial más amplia en la que amenazó con aranceles del 100% sobre las exportaciones de Pekín la semana pasada.
Estados Unidos y Países Bajos suelen cooperar de forma estrecha en el control de las exportaciones del sector de los chips informáticos. No obstante, un portavoz del Ministerio de Relaciones Económicas dijo que no hubo implicación de Washington en su decisión sobre Nexperia y que el momento fue "pura coincidencia".
Washington amplió el mes pasado la lista de empresas incluidas en la lista negra por considerarlas una amenaza para la seguridad nacional, incluyendo a las filiales.
Wingtech ya había sido incluida en la "lista de entidades" de Estados Unidos en diciembre de 2024 por su presunto papel "en la ayuda a los esfuerzos del Gobierno chino para adquirir entidades con capacidad de fabricación de semiconductores sensibles".
(Reporte adicional de Samuel Shen y Brenda Goh en Shanghái; editado en español por Carlos Serrano)