Más de un siglo después de haber quedado en pausa, uno de los capítulos más fascinantes de la historia automotriz argentina está en vías de escribirse nuevamente. El ingeniero Horacio Anasagasti, nacido en la Patagonia en 1879 y formado académicamente en Buenos Aires, fue pionero en imaginar un país capaz de fabricar sus propios automóviles. Hoy, su apellido vuelve a sonar con fuerza gracias a un proyecto contemporáneo que busca rendirle homenaje y recuperar su legado.
Anasagasti, hijo de inmigrantes vascos, fue parte del grupo fundacional del Automóvil Club Argentino y alumno del reconocido ingeniero Otto Krause. En 1909 fundó Automóviles Anasagasti, la primera empresa nacional dedicada a la producción de vehículos con una lógica industrial.
Si bien ya existían casos de fabricación artesanal como el de Manuel Iglesias en Campana, fue Anasagasti quien ideó un modelo de negocio más cercano al de las marcas internacionales de la época.
Con un enfoque visionario, viajó a Europa para negociar con proveedores y desarrolló su primer prototipo en 1911, un automóvil con motor francés que debutó en la carrera Rosario-Córdoba-Rosario.
El modelo elegido para comercialización fue el Doble Phaeton, que comenzó a venderse en enero de 1912. Costaba $ 6500 de aquel entonces, con la posibilidad de adquirirlo en cuotas mensuales de $ 200, algo inusual para la época.
El legado de Anasagasti
La ambición de Anasagasti no se limitaba al mercado local. Entre 1912 y 1913 llevó sus autos a competir en Europa, donde sorprendió al vencer en la exigente carrera París-Madrid, de 1.500 kilómetros, frente a marcas como Bugatti, Fiat y Mercedes-Benz. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial y el posterior bloqueo comercial obligaron a cerrar la empresa en 1915, tras haber producido alrededor de 50 unidades.
Ahora, el diseñador argentino Antonio Marinella propone reactivar esa historia con un modelo moderno pero cargado de espíritu clásico. Bautizado como Anasagasti Catana, este deportivo de alta gama se fabricará en edición limitada: apenas cinco unidades por año en talleres que se instalarán en Rosario, Santa Fe.
¿Cómo será el nuevo auto de Anasagasti?
Aunque aún no se difundieron cifras oficiales sobre precios o fechas de lanzamiento, se conocen varios detalles técnicos. El Catana tendrá un motor V8 de aspiración natural, tracción trasera, caja manual con palanca de cambios tradicional y carrocería construida en fibra de carbono.
El diseño, a cargo del Marinella Design Studio, apunta a recuperar la esencia de los superdeportivos europeos de los años dorados, pero con tecnología y calidad contemporánea.
El nuevo emprendimiento busca romper con la lógica de producción en masa, apostando por un producto artesanal, exclusivo y hecho en Argentina. Así, el proyecto apunta a ofrecer “una experiencia de conducción analógica pura como ningún otro automóvil deportivo moderno”.