Green Day en Buenos Aires: crónica de un show cargado de nostalgia

El trío californiano se presentó en el estadio de Huracán y puso a sus fans a poguear sus hits. Green Day pasó por Argentina en plena gira internacional.

04 de septiembre, 2025 | 17.16

La noche del pasado miércoles 3 de septiembre estaba fría y algo brumosa, cubierta por un cielo repleto de nubes que solo dejaban ver un par de estrellas, mientras miles de fans de Green Day se congregaban en las inmediaciones del estadio de Huracán para ver a sus ídolos de la adolescencia tres años después de su último show en Buenos Aires. Con bufandas abultadas en sus cuellos y grandes camperas que hicieron frente al invierno, birra y/o pucho en mano y remeras con estampas de la banda puestas sobre sus sweaters, se preparaban para una noche de comunión única.

Una vez en el estadio, con pocos minutos restantes para las 21, el auge comenzó a subir aunque muchos no habían ingresado, confiados en las típicas demoras en los eventos de este tipo. Se equivocaron. A las nueve de la noche en punto se apagó la música de fondo, los presentes se callaron con la ansiedad de saber que ya arrancaba el show y así fue: se encendieron las luces del escenario y se escuchó el coro introductorio de Bohemian Rhapsody para dar comienzo al primer momento de comunión entre los fans de Green Day, sintonía que se mantuvo a lo largo de la noche. Se cantó el clásico de 1975 a todo pulmón y, tras la armonía perfecta de 48 mil voces unidas, los Green Day subieron al escenario a hacerlo suyo: “Argentina, let’s get fucking crazy. ¿Estás listo?”.

El inconfundible riff inicial de American Idiot rompió con el silencio y puso a poguear al vasto público que flameaba sobre el estadio como un gran manto oscuro con destellos del verde que muchos imprimieron en sus cabellos. Una réplica gigante de la icónica mano sosteniendo una granada, que quedó asociada como la insignia de la banda por excelencia tras la tapa de American Idiot (2004), custodió al trío compuesto por Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool durante las primeras cuatro canciones desde la parte trasera del escenario.

Los tracks elegidos para romper el hielo dieron un panorama de cómo sería el resto del recital: una setlist hitera y pensada para el agite de todos en los temas más punkies y la emoción en las baladas. Casi sin silencios de por medio, a American Idiot le siguieron Holiday y Know Your Enemy, en cuya interpretación Billie Joe hizo subir a una fan tiritante de los nervios y la emoción, rota en llanto por la cercanía inusitada con su ídolo, y le obsequió su característica corbata roja.

Fue durante Boulevard of Broken Dreams que el líder de Green Day miró hacia las personas del público más cercanas al escenario, localizó una bandera de Lionel Messi y la tomó. El 10 de la Selección Argentina de fútbol ondeó sobre la espalda del rocker y la euforia estalló en los gritos de todas las almas presentes. “Messi, you need to leave Florida now”, gritó Billie entre risas, en alusión a la actual pertenencia del futbolista al Inter Miami.

Longview fue la primera canción de Dookie que sonó en la noche, con visuales alusivas a la tapa de ese disco en las pantallas y un nuevo hype por parte de los fanáticos; los demás tracks de ese material interpretados -Basket Case, When I Come Around, She- demostraron una vez más la relevancia y vigencia del álbum de 1994 por el fervor que cada canción imprimió en los fanáticos. Lo mismo ocurrió con varios hits de American Idiot como Jesus of Suburbia y St. Jimmy.

“¡Este es uno de los mejores públicos del mundo! Los amo Argentina”, gritó en inglés Armstrong, extasiado ante la efervescencia de los presentes. Segundos antes de la explosión musical de cada canción se abrían grandes rondas entre la gente y en el momento del clímax los más fans se metían entre bailes descocados, saltos y empujones. “Es uno de los mejores shows de nuestras vidas. Buenos Aires, sos tan perfecto y lindo. Viva Argentina”.

Billie Joe Armstrong sacó a relucir sus habilidades como frontman y se mantuvo conectado al público desde el primer minuto del show hasta el último. Constantes arengas, chistes y sus intentos de español fueron parte causal del aura de comunión que hubo entre la banda y los fanáticos durante toda la noche. El californiano tampoco olvidó sus dotes vocales: demostró mantener su voz intacta, capaz de romperla en los momentos punk más intensos y suavizarla en las baladas; en Longview hizo un glissando derivante en un falsete sostenido que evidenció su trabajo por mantener y mejorar sus técnicas de canto.

El cierre de Bobby Sox marcó el clásico falso final para que Billie Joe reapareciera en escena con su guitarra acústica colgada y la ejecutara para hacer sonar los primeros acordes de Good Riddance: ahora sí el fin era inminente. El público coreó la balada icónica por ser el track final de los shows de la banda, conectados con la emoción de saber que era la última. Los Green Day se despidieron entre risas, con explosiones de fuegos artificiales en el cielo y gestos de agradecimiento a sus adeptos argentinos: “Thank you Buenos Aires!”.

2 Minutos y Bad Nerves abrieron el show de Green Day en Huracán

La icónica banda del punk rock argentino fue elegida como teloneros locales de Green Day, y sus hits tocaron el alma de los presentes en la previa del show de los californianos. Al mismo tiempo, Bad Nerves es el grupo que gira junto al trío en su tour latinoamericano y abre cada uno de sus shows; además la banda británica tendrá su propio sideshow este sábado 6 de septiembre en El Teatrito (Sarmiento 1752). Las entradas están a la venta en Passline.