Por qué recordamos a Menotti

El aniversario recuerda entonces no solo al DT campeón, sino al que impuso a la dirigencia del fútbol argentino la obligación contractual de respetar el trabajo de los técnicos

06 de mayo, 2025 | 06.00

Dieciséis técnicos dejaron su cargo en dieciséis fechas de campeonato. Uno por fecha. Y habrá más el fin de semana, después de que se juegue la primera fecha de los play offs. Es un pobre homenaje al primer aniversario de la muerte de César Menotti, el DT que no solo fue el primer campeón mundial del fútbol argentino, sino que fue el primero que exigió contrato de cuatro años a la AFA.

El aniversario recuerda entonces no solo al DT campeón, sino al que impuso a la dirigencia del fútbol argentino la obligación contractual de respetar el trabajo de los técnicos. Es más, impuso también una reglamentación para que los clubes se vieran obligados a ceder a sus jugadores a la selección. Y no solo a la selección mayor, sino también a las otras cuatro que formó para sacar de allí al plantel que ganó el Mundial 78: selección del Interior (alimentada especialmente por jugadores de un gran Talleres de Córdoba), selección metropolitana (clubes del área metropolitana), selección de Santa Fe (clubes de Santa Fe y Rosario) y selección juvenil. 

Algunos clubes (especialmente los dos más poderosos, claro, Boca y River) negaron la cesión de sus jugadores, porque Menotti además jugaba de punta a punta del país, contra equipos de clubes y de selecciones, y pedía giras porque quería competir contra el supuesto mayor poderío físico europeo. Menotti exigió entonces que se impusieran sanciones a los clubes que negaban la cesión de sus jugadores.  

El Flaco tenía apenas 34 años cuando impuso todas esas condiciones. Y venía de ser campeón argentino, sí, pero con Huracán, que no era precisamente uno de los clubes poderosos. Hábil, logró los apoyos decisivos de la revista El Gráfico (superinfluyente en aquellos tiempos), del diario Clarín y del Gordo José María Muñoz en Radio Rivadavia. Fueron claves para entender por qué la dictadura lo mantuvo en el cargo tras el golpe de estado de 1976, y también al año siguiente, cuando la selección lució irregular en una serie de partidos internacionales jugados en la Bombonera, con La 12 coreando el nombre de Juan Carlos “Toto” Lorenzo, que era muy exitoso en Boca y se había convertido en su gran rival de aquellos años (luego fue Carlos Bilardo). La necesidad de evitar papelones ante la cercanía del Mundial y la situación política (¿cómo oponerse a una dictadura que había tomado al Mundial como prioridad?) ayudaron a que Menotti tuviera inclusive a los jugadores trabajando toda la semana con él en los cinco meses previos al Mundial, hoy algo absolutamente imposible. 

El estilo de juego tampoco fue tema menor, aunque ya sería otro artículo, no este. Solo decir que los hinchas valoraron su intención eterna de juego bello y ofensivo, que no siempre concretó, pero que defendió hasta los últimos días, bajo el concepto de que el fútbol, además de competencia y títulos, es un espectáculo popular. Y que se juega para ganar, claro, pero no a cualquier costo.    

No fue fácil, aún así, imponer todas esas condiciones. Menotti amagó más de una vez con su renuncia. Un sector de la dictadura quería poner a Lorenzo y echar a Menotti, porque se había afiliado al Partido Comunista, cuya cúpula estableció vínculos con los militares, aunque muchos de sus militantes, claro, formaron parte de los treinta mil desaparecidos. Ya campeón mundial, Menotti firmó inclusive una solicitada reclamando por los desaparecidos en 1981, antes de que la dictadura iniciara su debacle luego de la derrota en Malvinas. Lo que sostuvo entonces a Menotti fue la seriedad de su trabajo, avalado por un título mundial, el primero en la historia de nuestro fútbol. Bilardo logró el segundo en México 86 y Lionel Scaloni el tercero en Qatar, ya con Menotti otra vez en la AFA, aportando sabiduría desde su puesto de Director General de Selecciones. Fue desde allí que, según me contó el propio Claudio “Chiqui” Tapia para el libro “Menotti, el Primero”, El Flaco le dijo en julio de 2019 al presidente de la AFA que le diera a Scaloni, por entonces DT interino, la seguridad contractual de que seguiría en el cargo hasta el Mundial de Qatar. Los resultados quedaron a la vista. Y nuestro fútbol agradecido.