Es, junto con Techint, una de las empresas siderúrgicas más grande el país. La empresa Aluar, que este año cumplió 51 años de operaciones en el país, registró en el segundo semestre de este año un margen operativo sustancialmente bajo. El más acotado del último lustro. Según el balance presentado ante las autoridades de la Bolsa de Comercio porteña, la firma Aluar Aluminio informó para la primera parte de este año una ganancia neta de 13.115 millones de pesos, un 92,2 por ciento por debajo de igual período del año pasado, de 168.907 millones (cuando esa cifra ya había disminuido 53,4 por ciento contra mismo lapso de 2023).
La caída de la actividad interna, que deriva en menor consumo de aleaciones de aluminio, la apertura importadora y, como si fuese poco con los problemas internos, los aranceles estadounidenses atentan contra la principal proveedora de aluminio del país. Más allá del impacto que pueda tener el esquema arancelario que impuso Donald Trump, el tobogán mileísta al que se montó Aluar viene de más larga data. Si se compara con la ganancia de 2023 (primer semestre fue de 362.191 millones de pesos), en la primera parte del año el resultado operativo fue un 96,4 por ciento más bajo.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
El pasado viernes 8 de agosto, Aluar Aluminio celebró 51 años desde su primera colada de aluminio en la planta ubicada en Puerto Madryn, un hecho histórico que marcó el inicio de una larga trayectoria productiva y posicionó a la empresa como una de las principales en la industria mundial del aluminio. Desde su puesta en marcha en 1974, Aluar triplicó su capacidad productiva inicial, que era de 140.000 toneladas, gracias a un sostenido plan de inversiones. Abastece el mercado local con cerca del 30 por ciento de su producción, mientras que exporta el 70 por ciento restante a destinos como Estados Unidos, Brasil, Japón y Alemania.
MÁS INFO
Muerte anunciada
El freno a la obra pública y la recesión autoinfligida del gobierno de Javier Milei puso contra las cuerdas desde pequeñas y medianas empresas hasta gigantes empresarios, como firmas del Grupo Techint, Acindar y Aluar. En el caso de esta última, según el balance presentado por la firma que dirige Javier Madanes Quintanilla, la baja de su rentabilidad lo explica principalmente por el efecto combinado de los siguientes factores: impacto de la inflación que no fue compensado por una suba del tipo de cambio (en criollo, atraso cambiario), "significativa disminución del volumen de despachos al mercado interno", costo de los insumos y pérdidas financieras.
Al momento del informe, la planta productora de aluminio primario en Puerto Madryn se encuentra operando a plena capacidad. "Durante el último trimestre del ejercicio la cotización del aluminio en el mercado internacional ha mostrado un comportamiento oscilante", señala Aluar en sus estados financieros. En el inicio del trimestre el precio del metal continuó la tendencia descendente iniciada en febrero hasta alcanzar los 2.300 dólares por tonelada en los primeros días de abril. A partir de ese punto, el valor se recuperó de forma sostenida, superando los 2.600 dólares por tonelada al comenzar el nuevo ejercicio.
"Los analistas del sector coinciden en que el precio del aluminio, como también los premios en los distintos mercados, continuarán condicionados por el desarrollo de las tensiones comerciales globales, en especial por la evolución de las políticas arancelarias de Estados Unidos de América", detalla en la síntesis de resultados de la firma. La compañía señala que el precio de la alúmina, principal materia prima, mantuvo en el último trimestre su tendencia descendente, cotizando en promedio un 30 por ciento por debajo del trimestre precedente. Actualmente, los valores se mantienen estables y en línea con el cierre del ejercicio, recuperando la relación histórica con el precio del aluminio.
En cuanto a las exportaciones, la empresa anticipa que, ajustándose a las condiciones actuales del comercio internacional, el volumen de los envíos se mantenga sin mayores perturbaciones a los destinos habituales, excepto por el impacto que pueda generar la aplicación de aranceles y eventuales excepciones dispuesta por el gobierno de los Estados Unidos a las importaciones de aluminio en ese país (tanto a la Argentina como al resto de los países del mundo).
"Adicionalmente, el compromiso de la administración actual con el saneamiento de las cuentas públicas ha impactado en la economía, afectando el nivel de actividad de las industrias locales y provocando una marcada retracción en la demanda de los productos de la Compañía", concluye en su informe.
Impacto en empleo
La firma, a diferencia de otras siderúrgicas, no avanzó en suspensiones ni despidos por el menor volumen de ventas. Sin embargo, donde Madanes Quintanilla sí recortó fue en FATE, la productora de neumáticos que controla su grupo industrial. A principio de mes, la vicepresidenta Victoria Villarruel eligió el Día de la Industria (2 de septiembre) para recorrer la planta de FATE en San Fernando, donde recibió por parte del gremio denuncias de despidos, importaciones y caída de la producción.
El propio secretario general del gremio, Alejandro Crespo, aprovechó la presencia de la Vicepresidenta para entregarle en mano una carta con demandas. “La fábrica está a mitad de producción y hubo despidos, eso es consecuencia de la Ley Bases que usted desempató”, le dijo, según relató el sindicalista, quien aseguró que Villarruel contestó que “es necesario buscar soluciones”. Desde que asumió Milei y hasta julio pasado, en FATE se registraron 97 bajas en la nómina laboral de la empresa. Según el sindicato, la habilitación de importaciones por parte del gobierno fue usada como excusa por las empresas para recortar personal y rebajar salarios. En Bridgestone, su principal competidora, hubo 452 despidos, además de retiros voluntarios.
En otras siderurgias continuaron las suspensiones y los despidos. La Unión Obrera Metalúrgica (UOM) organizó una gran marcha en San Nicolás, Buenos Aires, a principios de septiembre de 2025 para protestar por los despidos y los bajos salarios en Ternium-Siderar, una importante fabricante de acero propiedad del Grupo Techint. La marcha, que unió la planta de Ternium con la plaza principal de la ciudad, fue provocada por el despido de unos 250 trabajadores de empresas contratistas y preocupaciones más amplias sobre las condiciones laborales precarias y los salarios depreciados.
El gremio apuntó directamente a Paolo Rocca (CEO de Techint) por las prácticas laborales "precarias" y advirtió que el conflicto podría escalar a nivel nacional si no se llega a un acuerdo. El conflicto llevó al cierre del alto horno en la planta de Ternium debido a una huelga de empleados contratistas. Los despidos afectaron principalmente a los trabajadores de Loberaz, una empresa contratista cuyo contrato con Ternium fue parcialmente rescindido. Otras empresas contratistas involucradas en el conflicto incluyen Casius, RM Seguridad Ambiental y Sijam.
Por su parte, la acería Acindar, perteneciente a Arcelor-Mittal, anunció una nueva paralización de su planta en Villa Constitución –la tercera en el año—, afectando al área de laminados y generando la suspensión de cientos de trabajadores con una reducción salarial del 25 por ciento. Esta decisión se suma a una anterior paralización a fines de julio y refleja la profunda crisis que atraviesa el sector del acero argentino. Frente a La caída de la demanda interna, la paralización de la construcción y la fuerte competencia de las importaciones, principalmente de China y Brasil, Acindar redujo la producción a la mitad en 2024 comparado con el año anterior. La falta de medidas proteccionistas para la industria local agrava la situación, contrastando con la inversión en expansión de otras empresas del sector en otras regiones del país.