La reanudación del control de Hamás en Gaza y los continuos destellos de violencia ponen de relieve los enormes obstáculos a los que se enfrentan los esfuerzos por hacer avanzar el plan de alto el fuego de Trump hacia una resolución de más largo plazo.
Si bien Trump proclamó el lunes ante el Parlamento israelí el "amanecer histórico de un nuevo Oriente Medio", aún deben negociarse algunos de los elementos más difíciles de su plan para resolver cuestiones que hicieron naufragar anteriores esfuerzos por poner fin a la guerra.
Las fuerzas israelíes siguen atrincheradas en gran parte de Gaza tras su retirada parcial dentro del diminuto y abarrotado territorio.
Los aumentos prometidos en las entregas de ayuda aún no se han materializado para una población de 2,2 millones de personas, muchas de las cuales se enfrentan a la hambruna.
La cumbre celebrada el lunes en Egipto bajo los auspicios de Trump concluyó sin ningún anuncio público de avances importantes hacia el establecimiento de una fuerza militar internacional para Gaza o de un nuevo órgano de Gobierno. Los restos de al menos 23 rehenes muertos permanecen en Gaza.
HAMÁS REAFIRMA SU CONTROL
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha mantenido sistemáticamente que la guerra no puede terminar hasta que Hamás entregue sus armas y deje de controlar Gaza, una exigencia que los combatientes han rechazado.
Cuando los combatientes de Hamás aparecieron en las calles durante el último alto el fuego en enero-marzo, Israel abandonó la tregua y suspendió las negociaciones sobre el fin de la guerra. Pero Trump, tras anunciar que la guerra ya ha terminado, dijo el lunes que Hamás aún tenía luz verde temporal para mantener el orden.
"Ellos sí quieren poner fin a los problemas, y han sido abiertos al respecto, y les dimos la aprobación por un período de tiempo", dijo.
Fuentes de Hamás dijeron a Reuters el martes que el grupo no toleraría más violaciones del orden en Gaza y que perseguiría a colaboradores, saqueadores armados y traficantes de drogas.
El grupo, aunque muy debilitado tras dos años de bombardeos e incursiones terrestres israelíes, se ha ido reafirmando gradualmente y los combatientes que le quedaban han vuelto a las calles desde el alto el fuego del fin de semana.
El grupo, que gobierna Gaza desde 2007, también desplegó a cientos de trabajadores para iniciar la limpieza de escombros en rutas clave necesarias para acceder a viviendas dañadas o destruidas y para reparar tuberías de agua rotas.
Con información de Reuters