Impacto por el avión más rápido del mundo que supera los 3.500 km/h

Existe un increíble avión que rompió todos los límites de velocidad en la aviación y logra desafiar lo que se creía imposible.

29 de octubre, 2025 | 19.18

En la historia de la aviación, pocos hitos se destacan tanto como el desarrollo de un avión capaz de superar los 3.500 km/h. Este logro no solo representa un avance tecnológico impresionante, sino también la incansable búsqueda humana por alcanzar la velocidad extrema en el aire.

El protagonista de esta hazaña es el Lockheed SR-71 Blackbird, un avión de reconocimiento y caza estadounidense diseñado durante la Guerra Fría para misiones de alta velocidad y gran altitud. Su velocidad supera ampliamente la barrera de Mach 3, es decir, más de tres veces la velocidad del sonido, lo que lo convierte en un verdadero referente en el mundo de la aviación.

Este avión hipersónico se distingue por su diseño futurista y su silueta alargada con alas en forma de delta. Su característico fuselaje negro brillante le dio el nombre de Blackbird. Además, está construido con aleaciones especiales de titanio que soportan el calor extremo generado por la fricción con el aire a velocidades supersónicas.

Equipado con potentes motores Pratt & Whitney J58, el SR-71 puede alcanzar altitudes superiores a los 25.000 metros, donde los aviones comerciales no podrían volar. Su combinación de velocidad, sigilo y capacidades de reconocimiento le permitió evadir misiles y radares enemigos durante su operación.

En su interior, la cabina está diseñada para dos tripulantes: un piloto y un oficial de sistemas, quienes manejan la navegación, sensores y cámaras de reconocimiento. Este detalle refleja la complejidad y precisión técnica que requirió su construcción para cumplir con misiones estratégicas.

El avión Lockheed SR-71 Blackbird está construido con aleaciones especiales de titanio.

Más allá de su impresionante rendimiento, el SR-71 Blackbird simboliza la supremacía tecnológica estadounidense durante un período crítico de la Guerra Fría, marcando un antes y un después en la historia de la aviación y la exploración de la velocidad aérea.

Furor por el avión de la NASA para vuelos supersónicos

La NASA está a punto de cambiar para siempre la forma en que viajamos por aire con el X-59, un avión supersónico diseñado para conectar Londres y Nueva York en apenas poco más de tres horas. Esta aeronave futurista, la joya de la misión Quesst, se encuentra en la etapa final de pruebas y promete superar la velocidad del sonido sin generar el molesto estruendo que caracteriza a los jets supersónicos tradicionales.

El secreto del X-59 radica en su diseño aerodinámico innovador: un cuerpo afilado y alas largas y delgadas que permiten dispersar las ondas de choque en pequeñas ondulaciones. Gracias a esta configuración, el avión produce un golpe sónico muy suave, comparable a un portazo de auto a la distancia, en lugar del fuerte ruido que suele escucharse en vuelos supersónicos. Este avance es clave para lograr que la aeronave pueda volar sobre tierra sin molestias sonoras.