La calle oculta de Buenos Aires que nace y muere en el mismo lugar

La Ciudad de Buenos Aires tiene muchos rincones que permanecen ocultos a simple vista. ¿Dónde queda la calle que nace y muere en el mismo lugar?

04 de julio, 2025 | 14.45

La Ciudad de Buenos Aires alberga entre sus barrios una joya singular que desafía la lógica de la nomenclatura vial. En el corazón de Villa del Parque, se esconde la calle Martín Pescador, una arteria vial que nace y muere en la misma calle, Teodoro Vilardebó.

Esta característica la convierte en un fenómeno arquitectónico y geográfico. La singularidad de Martín Pescador radica en su forma de letra "C", un diseño que la distingue del resto de las calles de la ciudad.

¿Dónde nace y muerte la calle Martín Pescador?

Su recorrido comienza en Teodoro Vilardebó al 2370, emprendiendo un trayecto inicial hacia el sudoeste. Tras una breve extensión, la calle realiza un giro brusco de 90 grados, orientándose hacia el sudeste en su primera cuadra. Continúa luego su curso, discurriendo paralelamente a Teodoro Vilardebó, la misma arteria que la vio nacer.

Finalmente, antes de completar su peculiar circuito, ejecuta otro giro de 90 grados, esta vez hacia el noreste, para desembocar de nuevo en Teodoro Vilardebó, en la altura del 2124. Este trazado en forma de herradura o de "C" abierta es el que le otorga su fama y el que alimenta la curiosidad de quienes la descubren.

¿Cómo es la calle Martín Pecador?

Martín Pescador se distingue por la tranquilidad que la envuelve. A lo largo de su extensión, la calle se cruza con otras vías de menor envergadura, contribuyendo a la particular fisonomía del área. Arregui, en su altura del 3550, es una de estas intersecciones. Otras dos calles, Jáchal y Coronel Rohde, son notablemente cortas, compuestas por una única cuadra, y tienen la particularidad de terminar abruptamente en Martín Pescador, formando esquinas exclusivamente a la izquierda.

Estas cuatro arterias, en su conjunto, delimitan una pequeña manzana de forma rectangular que resguarda en su interior la plazoleta Lindor B. Sotomayor, un pulmón verde que añade un toque de frescura al entorno.

En el codo inicial de la calle (donde comienza su curva) se ubica la plazoleta Arco Verde. Mientras que el final, justo antes de que la calle complete su viaje de regreso a Teodoro Vilardebó, se encuentra la plazoleta Martín Pescador, la más pequeña de las tres y cuya historia permanece en gran medida indocumentada.

Las construcciones que bordean la calle son predominantemente viviendas de una o dos plantas, conservando la esencia de un barrio residencial tradicional. Solo en la esquina con Lascano se alza un edificio de mayor altura, rompiendo ligeramente la homogeneidad del paisaje urbano. En algunos tramos, las veredas son notablemente amplias, invitando al paseo y al disfrute de la quietud del lugar.