Seguramente te pasó que abriste un paquete de frutos secos, harina o chocolate y te encontraste con unos pequeños hilos que parecían de telaraña, o peor, directamente con intrusos. Probablemente te hayas topado con la polilla de la fruta seca, una plaga común en los hogares argentinos que puede arruinar tus alimentos en la alacena.
A continuación, te contamos qué es la polilla de la fruta seca, cómo detectarla y qué hacer para prevenir su aparición.
¿Qué es la polilla de la fruta seca?
La polilla de la fruta seca (Plodia interpunctella), también conocida como polilla india de la harina, es un insecto que se alimenta de productos almacenados como nueces, almendras, cereales, harinas, chocolate e incluso leche en polvo. Es una plaga cosmopolita, lo que significa que está presente en casi todo el mundo, y suele proliferar con las altas temperaturas.
Este insecto es pequeño, de entre 16 y 20 milímetros, con un color café rojizo y alas distintivas. Aunque su vida adulta dura solo una o dos semanas, sus larvas son las verdaderas responsables del daño, ya que contaminan los alimentos con heces, sedas y mudas.
¿Cómo llega a tu casa?
La polilla de la fruta seca puede ingresar a tu hogar de varias maneras: a través de productos ya infestados que comprás en el supermercado, por vuelo directo desde otros lugares o incluso desde el campo antes de la cosecha. Una vez dentro, encuentra en tus alacenas el lugar perfecto para reproducirse y alimentarse.
Consejos para prevenir la infestación
El doctor Jorge Werdin González, investigador del CONICET, recomienda una serie de medidas para evitar que esta plaga se instale en tu hogar:
MÁS INFO
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Limpieza profunda: Aspirá regularmente grietas, cajones, estantes y espacios detrás de los muebles. Los residuos de alimentos son un imán para estas polillas.
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Almacenamiento seguro: Guardá tus alimentos en envases herméticos de plástico o vidrio. Las larvas pueden infiltrarse en agujeros de apenas 0,39 a 0,45 milímetros, así que asegurate de que los cierres estén bien ajustados.
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Rotación de productos: Usá el método "primero en entrar, primero en salir" para evitar que los alimentos se almacenen por mucho tiempo.
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Inspección visual: Antes de comprar, revisá que los envases estén intactos y sin signos de infestación, como agujeros o telarañas.
¿Qué hacer si encontrás polillas en tus alimentos?
Si abrís un paquete y te encontrás con esta plaga, no entres en pánico. Aunque consumir un alimento infestado no representa un riesgo grave para la salud, es mejor desecharlo. Además, es tu derecho como consumidor reclamar al centro de atención al cliente del producto. Si no obtenés respuesta, podés acudir a Defensa al Consumidor.
Control en el hogar: tips adicionales
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Temperatura baja: Guardá productos como harinas, cereales y frutos secos en la heladera. El frío frena el ciclo biológico de la polilla.
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Barreras físicas: Sellá grietas y rajaduras con silicona para evitar que las polillas aniden en esos espacios.
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Feromonas: Si tenés un problema grave, podés usar trampas con feromonas específicas para atraer y capturar a los adultos.
¿Por qué es importante controlar esta plaga?
Más allá del asco que puede generar encontrar polillas en tus alimentos, la infestación reduce la calidad nutricional de los productos y los contamina con restos de excrementos y mudas. Además, si no se controla a tiempo, la plaga puede extenderse rápidamente, afectando otros alimentos almacenados.