Puede parecer una postura divertida o incluso casual, pero cuando un perro duerme con la panza hacia arriba y las patas al aire, está mostrando mucho más que comodidad. Esta posición, que deja sus órganos vitales expuestos, es una señal clara del nivel de confianza y seguridad que siente en su entorno.
Los especialistas en comportamiento canino y veterinarios coinciden en que esta forma de dormir es una de las más vulnerables para los perros. Al quedar totalmente expuestos, pierden la capacidad de reaccionar rápido ante cualquier peligro, lo que indica que se sienten protegidos y tranquilos.
¿Qué significa que los perros duerman boca arriba?
La American Kennel Club (AKC) detalla que esta postura suele reflejar “comodidad extrema” y que el animal se siente “seguro, relajado y libre de amenazas”. Por su parte, la etóloga y veterinaria Dr. Zazie Todd señala en su libro Wag: “Dormir con el vientre expuesto es una señal de confianza total. Es una postura vulnerable que solo adoptan cuando están muy tranquilos y se sienten protegidos en su entorno.”
Además, esta posición puede cumplir una función práctica: ayudar a regular la temperatura corporal. Según la British Veterinary Association (BVA), los perros liberan calor por zonas con menos pelo, como las ingles, axilas y abdomen, y dormir panza arriba favorece este proceso para refrescarse.
Cuando un perro adopta esta postura ocasionalmente, no suele ser motivo de preocupación. Sin embargo, si siempre duerme así, puede tener distintos significados. El especialista en comportamiento canino Dr. Stanley Coren, de la Universidad de British Columbia, explica que algunos perros desarrollan esta preferencia por haber crecido en ambientes estables y con vínculos seguros: “Hay perros que naturalmente buscan posiciones más vulnerables cuando duermen.”
En cambio, la etóloga Patricia McConnell advierte que si esta postura aparece junto a signos de estrés o calor excesivo, no refleja confianza sino una necesidad fisiológica: “Cuando la postura aparece acompañada de signos de estrés o sobrecalentamiento, no es una muestra de confianza, sino una necesidad fisiológica.”
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Por ello, es importante brindar un ambiente seguro y fresco para que tu perro pueda relajarse plenamente. Además, si notas cambios en sus hábitos de sueño o signos de malestar, consultá con un veterinario para descartar problemas de salud.
