La calvicie es una de las mayores preocupaciones de los hombres y, pese a que hay muchos tratamientos para prevenirla o bien combatirla, no todos son muy efectivos o bien terminan siendo muy costosos. Sin embargo, un reciente estudio demostró que hay un particular componente disponible dentro del cuerpo humano que podría curar la calvicie masculina definitivamente.
Se trata del azúcar 2-desoxi-D-ribosa, la cual se encuentra dentro del cuerpo humano. El tratamiento a base de esta componente fue probado en un ratón con pérdida de cabello provocada por exceso de testosterona y los resultados fueron impactantes: el cabello se regeneró con rapidez y no volvió a caerse en la misma zona.
Según pudo saberse, en un principio de estaban estudiando los efectos de este tipo de azúcar pero por sus propiedades cicatrizantes, hasta que descubrieron que los ratones en tratamiento tenían un crecimiento más veloz del pelo que los otros. Así, decidieron aplicar esta azúcar en formato gel en otros animales con calvicie y obtuvieron el impactante resultado que podría revolucionar por completa la ciencia y medicina estética.
“La calvicie de patrón masculino es una afección muy común que afecta a hombres de todo el mundo, pero en este momento solo hay dos medicamentos autorizados por la FDA para tratarla”, dijo en un comunicado la profesora Sheila MacNeil, profesora emérita de Ingeniería de Tejidos de la Universidad de Sheffield. Asimismo sumó: “La investigación que hemos realizado se encuentra en una etapa muy temprana, pero los resultados". Aunque si bien todavía queda avanzar bastante, es un gran paso para tratar esta preocupación común en muchas personas.
Por qué se produce la calvicie
La calvicie de patrón masculino, también conocida como alopecia androgenética, es la forma más común de pérdida de cabello en hombres y suele comenzar con entradas pronunciadas o un adelgazamiento progresivo en la coronilla. La principal causa es genética y está estrechamente relacionada con la acción de una hormona llamada dihidrotestosterona (DHT), un derivado de la testosterona. En los hombres con predisposición, la DHT se une a los receptores de los folículos pilosos y provoca su miniaturización: el cabello se vuelve cada vez más fino, crece por menos tiempo y, con el tiempo, deja de crecer por completo.
Sin embargo, no todo se reduce a la genética. Factores como el estrés crónico, los desequilibrios hormonales, la mala alimentación, ciertas enfermedades autoinmunes y el uso prolongado de algunos medicamentos también pueden acelerar el proceso. Incluso hábitos cotidianos, como el uso excesivo de productos químicos o peinados muy tirantes, pueden contribuir a debilitar el cabello. Comprender las causas de la calvicie es clave no solo para tratarla, sino también para explorar nuevas alternativas terapéuticas, como las que la ciencia comienza a investigar con componentes naturales del propio cuerpo.