A tan solo un día de su estreno en Netflix, El Eternauta se encuentra en boca de todos: la serie basada el la tira cómica de Héctor Oesterheld es una de las producciones audiovisuales argentinas más importantes de los últimos años y gran parte del público argentino venía esperando su llegada a la plataforma. Sin embargo, en medio del furor de la serie, Ricardo Darín sorprendió al contar lo que pocos sabían del tema.
Entrevistado para Desayuno Americano, ciclo emitido por América TV, Darín, quien interpreta el rol de Juan Salvo, contó un detalle desconocido sobre el tiempo que lleva involucrado en este proyecto. "Me habían ofrecido hace más de diez años la posibilidad de hacer el largometraje de El Eternauta, que después quedó en el camino. Pero ahí sí, a partir de ese ofrecimiento, hace ya más de 15 años, me llamó la atención y me sumergí a leer de qué se trataba", empezó por decir y generó gran sorpresa.
En este marco, siguió por contar cómo se sintió al tomar el papel protagónico. "Fantástico. Acá hay un nivel técnico y artístico muy alto y acá se juntaron. Armaron un equipo para ir adelante con esta idea. Muy bueno en todos los rubros. En rodaje te encontrabas con gente muy capacitada y muy enfocada. Se armó", enfatizó. Luego, sumó: "Estuvimos mucho tiempo juntos, entonces sentimos que estábamos verdaderamente apoyados unos en otros".
Por último, respondió la pregunta que muchas personas se hacían al ver que solo hay 6 capítulos disponibles: habrá o no segunda temporada. "No es que está previsto porque creemos que va a cautivar a la gente. Está previsto porque la historia completa termina con una segunda temporada”, aseguró Darín pero sin precisar fechas.
De qué material está hecha la nieve de El Eternauta
En la búsqueda estética para saber cómo la nieve iba a verse en cámara, el proceso de investigación derivó en cuatro materiales principales: sal, celulosa, espuma seca y eco-snow, un elemento generado por la producción con polietileno biodegradable triturado. “Lo ecológico siempre estuvo presente. Trabajamos con material hipoalergénico, amistoso en el contacto con los actores y el equipo técnico, y que pudiera adaptarse a las necesidades del entorno”, contó Walter Urquiza, Coordinador de Efectos Especiales SFX.
En la etapa de investigación, se hicieron pruebas en exteriores y en estudio para entender cómo se combinaban las diversas opciones de nieve artificial, cómo funcionaban estéticamente y cuál era su respuesta mecánica y dinámica en función a la convivencia con los personajes y los objetos. Los resultados quedaron plasmados en una suerte de glosario (“la Biblia de la nieve”) que funcionó de guía en el armado de cada toma.
“Para cubrir grandes exteriores, la sal entrefina con cierto grado de humedad ofrecía la textura que Bruno buscaba. Genera la sensación de nieve virgen, copia las huellas y las marcas de todo lo que se toca, y es fácil de ‘resetear’. Un dato no menor: teníamos sal suficiente, por lo tanto podíamos distribuirla en amplias superficies de manera medianamente rápida”, continuó Enríquez. Por otro lado, para cubrir los vehículos, el vestuario y otros objetos en exteriores, los maquilladores del equipo utilizaron celulosa: “Es un producto que se usa internacionalmente para hacer efecto nieve. Proyectado con humedad tiene adherencia para vehículos y se utiliza para el maquillaje del vestuario de los personajes”, sumaron.
En estudio, la sal tuvo su reemplazo: la perlita, o roca volcánica expandida. Así, el equipo de efectos especiales sumó: “Encontramos pequeños desafíos con la sal, que por un lado es corrosiva y por otro, conductiva. En los escenarios exteriores no tuvimos problemas, pero en un estudio, lleno de electrónica y elementos delicados, sí. Al humectar la perlita se logra una textura hermosa que, a la hora de ser pisada, también marca la huella. Es una roca volcánica similar a la ceniza, muy volátil, entonces se levanta y se mueve”.