Las declaraciones de ventas al exterior de soja cayeron un 97%

Mientras caen las declaraciones juradas de exportación, los pequeños productores se ven obligados a vender a pesar de la baja en el precio local.

22 de abril, 2025 | 19.41

Las declaraciones juradas de ventas al exterior por parte de los exportadores de soja y cereales se derrumbaron un 97% como consecuencia del actual esquema cambiario. El actual valor del tipo de cambio oficial, en torno a los 1120 pesos por dólar, no les cierra. Por su parte, los productores – dependiendo su tamaño en la escala de concentración del negocio-, despliegan estrategias disímiles. Están aquellos pequeños chacareros que necesitan vender para cubrir sus deudas y luego están los más grandes, integrados verticalmente con acopios y la propia exportación. Entre ellos, prima la estrategia de continuar desplegando los silobolsas.

La última cotización del llamado “dólar blend”, el tipo de cambio que recibían los agroexportadores por canalizar el 20% de sus ventas a través del contado con liquidación, se había ubicado en los 1130 pesos. Este martes, el tipo de cambio oficial cerró en los 1120 pesos y 1104 pesos en el caso del mayorista.

“En la medida en que el nuevo tipo de cambio se estabilice por arriba de lo que era el dólar blend, obviamente significará mejores ingresos para los productores”, había manifestado, en diálogo con El Destape, el titular de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins.

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El titular de la cámara que reúne a los exportadores (CIARA CEC), Gustavo Idígoras, también había anticipado la línea de conducta del sector. “La banda cambiaria con un techo de 1400 pesos puede indicar claramente una orientación a que la Argentina vaya recuperando la competitividad exportadora y de esa manera generar nuevas oportunidades en el comercio exterior”, manifestaba.

Los exportadores – incluidos en el negocio de la producción de aceite y harinas - son los que mueven los hilos en el mercado de la soja.

¡Así no!

En los últimos días se derrumbaron las declaraciones juradas de ventas al exterior. La secuencia, que podría leerse como una presión del sector en su puja cambiaria y de rentabilidad con el Gobierno, fue la siguiente:

  • El primer día post acuerdo con el FMI –sin dólar blend-, los exportadores registraron 869.000 toneladas de soja (aceite, porotos y subproductos) y otras 750.000 toneladas de maíz.
  • Al día siguiente, las declaraciones juradas de soja habían caído un 85% al llegar a las 136.000 toneladas. En relación al maíz, las expectativas de ventas también se habían derrumbado un 50% de un día para el otro.
  • El pasado 21 de abril, el complejo sojero realizó declaraciones juradas por 93.000 toneladas, sumadas a otras 425.000 toneladas de maíz.
  • El 22 de abril, las declaraciones juradas de ventas al exterior de soja fueron apenas por 18.057 toneladas.

El derrumbe en las expectativas de ventas al exterior, en el transcurso de una semana a la otra, fue del 97%.

Algunos movimientos

El precio para los productores locales también se derrumbó como consecuencia del esquema cambiario establecido por el equipo económico (Luis Caputo – Santiago Bausili). Ante la nueva cosecha, los pequeños productores, muchos de ellos integrantes de esquemas cooperativos, se ven en la necesidad de vender para cubrir sus costos, independientemente del precio.

El pasado 14 de abril, de acuerdo a lo difundido por el sistema de registración oficial SIO Granos, se habían comercializado 45.205 toneladas de soja, con un valor estimado entorno a los 333.000 pesos por tonelada. Al día siguiente, las ventas fueron por 42.000 toneladas, con un valor promedio de 344.000 pesos por tonelada.

Para el último día hábil de la semana pasada, el precio se había derrumbado a los 335.000 pesos por tonelada, con ventas por 55.000 toneladas. Las cantidades vendidas estuvieron en torno a la mitad y hasta un tercio menos de lo comercializado semanas atrás. El pasado 21 de abril, el precio de la tonelada cayó a los 300.000 pesos. Aun así, hubo ventas por 67.000 toneladas.

“Los productores que mayormente están dentro de alguna cooperativa son pequeños y medianos, y pocos grandes. En la mayoría de los casos venden a medida que tengan la necesidad de hacerlo, para el pago de alquileres, pago de insumos, costo de vida y pago de impuestos. Me aventuro a decir que en las próximas semanas los negocios van a fluir, y después se entrará en el segundo tiempo y se verá”, manifestó Javier Preciado Patiño, titular de RIA Consultores.

Concentración

Otra es la situación que atraviesan los grandes jugadores del sector, muchos de ellos integrados verticalmente con los acopios y exportadores.

De acuerdo a un documento oficial de la Secretaría de Política Económica (2019), “el eslabón primario involucra una gran cantidad de productores con una composición heterogénea, donde se destaca un reducido grupo de gran tamaño que explica cerca del 50% de la producción”.

Existen en el país 57.780 productores de soja. Según el documento oficial, el 72% estaría en manos del 20% de los productores. Estos son los dueños de los granos y de los dólares, junto a los acopios y exportadores.

En el informe “Soja, el yuyo maldito” elaborado por el Centro de Estudios Agrarios (CEA), también se ahonda en los dueños de los acopios y sus vínculos con la producción y la exportación.

Para el CEA, los “guardianes de los granos” se encuentran distribuidos entre 1259 empresas, con 2458 plantas de almacenaje. De este total, un puñado de sociedades concentra la siembra, el acopio y la exportación:

  • En la cúspide del área sembrada se encuentra Adecoagro (Mariano Bosch), con 210.000 hectáreas
  • Aceitera General Deheza, del ex senador Roberto Urquía y Miguel Acevedo, ex titular de la UIA, posee una capacidad de siembra de 200.000 hectáreas y una capacidad de acopio de 4 millones de toneladas.
  • El grupo Lartirigoyen, que supo hacer buenos y malos negocios con Oleaginosa Moreno (luego conocida como Glencore y hoy Viterra, una de las empresas que pretende quedarse con los principales activos de la quebrada Vicentin, recientemente fusionada con Bunge), cuenta con 150.000 hectáreas propias de siembra y una capacidad de acopio anual de 2,6 millones de toneladas.
  • Con aproximadamente 140.000 hectáreas, le sigue MSU (Manuel Santos Uribelarrea) y con 130.000 hectáreas sembradas aparece Cresud, del grupo Elsztain.