En un emotivo reconocimiento a su labor, Micaela Camino, conservacionista argentina, fue una de las galardonadas por los premios Buffett de National Geographic 2025. Este reconocimiento, en colaboración con la Howard G. Buffett Foundation, destaca su liderazgo en proyectos esenciales para la conservación.
Quién es la argentina premiada por la NatGeo
Micaela es investigadora del CONICET en el Centro de Ecología Aplicada del Litoral (CECOAL, CONICET-UNNE) y con una trayectoria de 15 años en el amenazado ecosistema del Chaco Seco, dedicó su trabajo al pecarí chaqueño y su hábitat. A través de su compromiso con el Proyecto Quimilero, unió a expertos de distintas áreas, comunidades indígenas y miembros locales para fomentar prácticas de conservación inclusivas.
Sin el esfuerzo de esta joven, hubiese sido inviable redescubrir al pecarí chaqueño en tierras comunitarias, lo que demuestra la importancia de reconocer y respetar los derechos de estas comunidades en la protección de su biodiversidad.
Además, la joven lideró iniciativas que ayudaron a crear áreas protegidas, contribuyendo a frenar la deforestación y asegurar que la voz de las comunidades locales se escuchara.
El reconocimiento de National Geographic
La ceremonia, celebrada en Washington D.C., fue un emotivo recordatorio del impacto que puede tener el trabajo conjunto en la conservación. Junto a nuestra representante argentina, un investigador de la República Democrática del Congo, Jackson Mbeke, fue galardonado con el mismo premio en la categoría de Conservación.
Ambos instaron a otros a involucrarse en la protección del medio ambiente, enfatizando que cada acción cuenta. Su legado inspira a nuevas generaciones a luchar por un planeta más saludable y sostenible.
Mbeke, con más de 20 años dedicados a la conservación del gorila de Grauer, hizo una gran diferencia a través del Centro de Rehabilitación y Educación para la Conservación del Gorila (GRACE). Bajo su liderazgo, este centro creció no solo en cantidad de gorilas rehabilitados, sino también en su rol educativo, integrando a la comunidad en la lucha por la conservación de esta especie. En una de las zonas más biodiversas y conflictivas del mundo, su trabajo demostró una valentía admirable al proteger tanto a las personas como a los gorilas.
La participación de las comunidades fue una de las prioridades para Mbeke, quien insistió en la necesidad de crear consensos antes de implementar cualquier plan de conservación. Con el fin de combatir la caza furtiva, impulsó programas educativos y, además, lideró la creación de un corredor de 500.000 acres de bosque que conecta Tayna y el Parque Nacional de Maiko, asegurando derechos sobre la tierra a las comunidades y facilitando el desplazamiento de los gorilas.
Micaela y Jackson ahora planean unirse en un proyecto conjunto que vincule sus esfuerzos, promoviendo un intercambio de conocimientos y recursos entre América del Sur y África, con la meta de fortalecer la conservación global.
La ceremonia de entrega se llevó a cabo en la reunión anual de Exploradores de National Geographic Society, que siempre buscó avanzar en la misión de conservación global.